domingo, 18 de octubre de 2009

Servicio del Vino. Decantar.

Decantar


  En muchas ocasiones surge la pregunta “¿Me decanta el vino?”, Para saber lo que se pide al realizarla, os introduzco al proceso.


  Cuando hablamos de Decantar un Vino, se entiende por decantación al proceso de separar las partes sólidas del líquido resultante que depositaremos directamente en la copa, o en el decantador.

 La necesidad de la decantación surge ante la aparición de restos sólidos (según zonas llamados madre, pozos, etc…), los cuales puedes estar en suspensión o en el fondo de la botella.
  Cuando estos aparecen es muy recomendable pues la percepción de estos sólidos no resulta agradable al paladar. No existen normas fijas, solo la experiencia y la observación visual nos indicara la acción a seguir. Cualquier tipo de vino (Blancos, Tintos, Generosos…) puede requerir esta acción, dependerá del ciclo (vinos no filtrados, vinos viejos, vinos que han sufrido cambios bruscos de temperatura…) en el que se encuentre.



  Los decantadores que oferta el mercado son muy variados. Lo primero y fundamental que precisaremos es una transparencia perfecta para evitar que lleguen a el los sólidos. Una vez trasvasado el Vino, este comienza a sobre oxigenarse. Para obtener lo mejor del vino, debemos de tener la forma adecuada del decantador. Cuanto mayor es la superficie de Vino en contacto con el oxigeno, más rápido evolucionara este. Otros accesorios que se usan en determinadas ocasiones son una vela para iluminar la botella, filtro en la entrada del decantador así como otros.


  La próxima entrada os comentare la acción de Airear /Jarrear y lo importante de esta para sacar a una botella de vino el mejor momento.

lunes, 12 de octubre de 2009

Reflexiones, aceite y vino.

El Aceite y el Vino.





El Aceite de Oliva es el zumo de la oliva después de haber dejado atrás el agua que esta contiene.



El Vino es el resultado de la fermentación alcohólica del zumo de la uva procedente de la Vitis Vinifera.



Dentro de estos parámetros es muy fácil entender una etiqueta, pero cuando hablamos de calidad ambos requieren no solo de la mano del hombre, sino que igualmente de los factores climáticos, tecnológicos, etc… para sacar al terroir lo mejor para nuestro paladar.



El caso es que con tanto en común, nuestra España agrícola ha evolucionado siguiendo los patrones de los más importantes comerciantes del mundo.



El Aceite.

Con un mercado con un crecimiento lento pero constante ha aprendido de los vecinos Italianos que lo difícil no es hacer un buen producto, sino que venderlo más allá de nuestras fronteras, eso si, con nuestra etiqueta, con botellas vestidas de gala y con palabras en un claro Castellano, y no en cisternas hacia los grandes envasadores de la península Transalpina.



Actualmente el mercado del aceite podemos decir que sigue en constante crecimiento a pesar de los malos momentos económicos.




El Vino.

Con momentos muy críticos para muchas bodegas, los más prestigiosos bodegueros han entendido la necesidad de la humildad, después de haber aprendido a elaborar con las mejores técnicas, cuidando desde el viñedo hasta la botella y siguiendo el patrón de los maestros Franceses, ahora sacan nuevas etiquetas a bajos precios, dando a entender que sus vinos deben de llegan a cualquier consumidor y que no solo de Parker vive el Bodeguero.



En estos momentos el mercado de la exportación se enfrenta a la fuerte competencia de los nuevos productores, el cual sin la necesaria humildad y con un consumo cada vez más bajo en el mercado interior, hace que los cimientos de muchísimas bodegas tiemblen.



Salud