jueves, 28 de abril de 2011

Vega Sicilia Único 1996

Vega Sicilia Único 1996.
Todo un clásico. Destacar que 1996 fue la ultima vendimia que realizo el que fuese durante 30 años su enólogo Mariano García y que su marcha fue tan noble como lo son los vinos que hoy por hoy tiene consagrados en el Top de los españoles, Los Mauros, Aaltos, Paixar, San Román…
Con la salida de Mariano, se responsabiliza a Xavier Ausás la continuidad cualitativa de los vinos de la casa así como los nuevos proyectos que por el 1996 acometía la familia Álvarez en nuevas zonas. Para mi, 1996, en esta casa, siempre marcara un antes y un después.

El aspecto de este vino no es el que estamos acostumbrados, color teja, de media intensidad, brillante y limpio, sin precipitados ni pozos que pudieran enturbiarlo.
Su gama olfativa igualmente nos choca al igual que su aspecto, quizás no tan de moda los colores evolucionados, muchos menos los olores, muy cerrado, unos tufos que preciso de jarreador para llegar a su compleja nariz. Sorprende unas delicadas notas de carboncillo, madera de pino, fruta roja en licor, ricos y delicados aromas balsámicos (eucalipto, mentol) especias negras como la pimienta, tabaco de pipa. Quizás uno de esos vinos que permiten ir incluso más allá, gracias al mágico ensamblado de sus equilibradas notas.
En la boca, sigue con su “extrañeza” destacando una sutil y eterna acidez que acompañara su amplio cuerpo, sin llegar a  ser agresivo, más bien redondo. El final de boca acusa gratamente su compleja y persistente gama aromática.
En definitiva, un gran vino, por su nariz, por su viveza, por su franqueza, pero especialmente destacar cuanto nos invita a disfrutar de el, virtud difícil esta de conseguir con tanta complejidad.

Destacar que no es del hábito de lo vinos que se descorchan hoy y que en su recién descorche, incluso llega a parecer defectuoso por los tufos que presenta.



Salud

viernes, 8 de abril de 2011

Pago La Jara 2007

Mucha leyenda oigo sobre Toro, que sí muy fuerte, duros, oscuros, etc… Lo cierto, es que así fueron, vinos que servían para dar cuerpo a otros más ligeros, más color a los que carecían de el, en definitiva, difíciles para los tiempos que corren. Hoy por hoy que tomamos el café descafeinado, los dulces sin azúcar, light, todo light es difícil que los productos con personalidad destaquen, eso sí, cuando destacan lo hace minoritariamente y con fuerza. Así es este tinto, para las minorías que buscan distinción, simplemente un momento especial en una mesa especial.
Su Intenso y atractivo rojo picota, es la antesala de una nariz potente y compleja.
Fruta negra madura, regaliz, eucalipto, matorral de monte bajo (hinojo, lavanda), cacao, tostados, caramelo, todo dependerá del tiempo que dure la copa, eso si, no dejara de sorprendernos.
En boca, elegancia, cuerpo, estructura, y franqueza, nada light ante nosotros, pero que para nada es lo que la leyenda fue.

Salud.