El mismo lunes 14 de septiembre después de catar los vinos del Bierzo, continuamos catando vinos de Álvaro. Los Bierzos fueron la antesala de lo que para Álvaro Palacios es algo más que una bodega, una finca o lo que pudiera parecer un negocio. Este Riojano de Nacimiento se le ilumina los ojos cuando habla de sus viñedos, cuando describe las añadas anteriores, la voz se vuelve potente y segura, trasmitiendo la fuerza que solo el corazón lleno de sentimientos puede trasmitir.
De Álvaro Palacios (D.O.Q. Priorat) catamos sus cuatro vinos con el recién presentado Camins 2007.
Camins 2007.
Podríamos decir de este vino que posee una nariz sugerente, con unas frutas muy frescas, no tiene un carácter representativo de la zona, aunque si que resulta recomendable para no iniciados en los caldos del Priorat.
En boca es muy sutil, invitando a beber, con un buen paso por ella, y gratos recuerdos en su aroma.
Les Terrases 2007.
Terrases 2007 se mostró muy en la línea, en nariz, aparecían notas maduras de frutas negras, sutiles y elegantes notas terrosas (arcilla húmeda) y especiadas (clavo, nuez moscada).
Este 2007 en boca es amable, con buena acidez, estructurado, y un final que recuerda su madurez.
Finca Dofí 2007.
Recién abierto y con la copa aún fría, ya mostraba una nariz intensa, compleja y especialmente armoniosa.
Una vez aireado y atemperado, va ampliando horizontes entendiendo y confirmando mi opinión de que un gran vino se valora a lo largo de unas horas, creando la obligatoriedad de analizar la evolución que este va sufriendo a medida que toma contacto con el mundo exterior.
A las 12 horas de estar abierto, aún conservaba las complejas notas iniciales, pero algo oxidadas. Podríamos decir que tiene un adn único.
En boca es profundo, franco, con peso pero fluido, y unas leves sensaciones astringentes que recuerdan la juventud de este 2007 y el potencial de evolución que debería sufrir a lo largo de los próximos años.
L´Ermita 2007
No todos los días se abren botellas de este calibre. Su producción 800 botellas.
Recién embotellado, este L¨Ermita es simplemente majestuoso. Un Vino Grande Mundial.
La nariz muy amplia, frutas (moras negras, arándonos, aceitunas negras), monte bajo, maderas finas (tostados, torrefactos, cacao), mineral…
En boca, más grande si cabe. La entrada llena de frescura da paso a una carnosidad, untuosidad vestida de acidez que lo integra todo con un final que parece no acabar nunca.
Lo mejor de este vino para mi no es solo su cata, que es increíble, sino además tiene lo importante que debe tener un gran vino; Es un vino para beber, disfrutar de un gran momento y no para catar como son muchos de esos vinos que tan de moda han estado.
Felicidades Álvaro
Salud
