Inimitable, así es este blanco con mayoría de edad de Los López de Heredia. Cuatro generaciones ya desde que Don Rafael López de Heredia y Landeta, comenzara allá por el 1892 a plasmar en vino su filosofía.
Solo 20 años desde que se vendimio, poco que ver con un “blanquito fresquito” como a muchos gustan los blancos. Este blanco podría pasar por un tinto.
De color oro viejo, viéndolo muestra su intenso cuerpo.
Su escaparate olfativo es variado, recién descorchado recuerda notas ajerezadas, humedad y barniz, olores que marcan sus años de crianza. Dejando pasar el aire y oxigenando muestra notas más gratas que van desde almendras, orejones, hueso de melocotón, cítricos, sutiles insinuaciones de flores y nobles maderas, toda una sinfonía aromática que muestra la clase de este vino.
En boca es redondo, equilibrado y persistente, muy franco en la retronasal. Permite jugar mucho con la temperatura, la cual desde los 7º hasta los 14º expresa muy diferentes sensaciones.
Salud
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